Intensificación de la producción
Los invernaderos se consideran elementos de la agricultura intensiva por varias razones. En primer lugar porque es posible establecer las condiciones para el óptimo desarrollo de las plantas. La razón es que existe cierto aislamiento con el exterior.
También porque se pueden colocar más plantas por unidad de superficie, en comparación con campo abierto. Y el último aspecto, también de relevancia, es la posibilidad de utilizar sistemas de control climático, que mejoran las condiciones del cultivo hasta un punto óptimo.
Aumento de los rendimientos
Se ha comprobado, tras mucho tiempo de estudio, que los rendimientos por unidad de superficie de un cultivo se ven aumentados de dos a tres veces bajo invernadero. Esto si hablamos de producción en suelo dentro de invernadero comparado con producción a campo abierto.
Pero si se combinan los invernaderos con hidroponía los rendimientos pueden aumentar bastante en comparación con campo abierto. Se habla incluso de que se pueden obtener rendimientos diez veces superiores, siempre y cuando se conozca el manejo óptimo de ambas tecnologías.
Menor riesgo de producción
A estas alturas ya no queda duda que el cambio climático está comenzando a afectar la producción de cultivos. Por ello al estar los cultivos protegidos por estructuras como lo son los invernaderos se minimiza el daño que estos puedan sufrir debido a la aleatoriedad de los fenómenos naturales
No resulta extraño escuchar sobre cosechas completamente perdidas en la producción a campo abierto. Las pérdidas totales por fenómenos meteorológicos de gran severidad son cada vez más normales. Por ejemplo, las heladas pueden acabar por completo con zonas productoras.
Uso más eficiente de insumos
Con técnicas como la fertirrigación y la hidroponía es posible brindarle a las plantas solo los elementos que necesitan durante cada etapa de su desarrollo. De esta manera solo se gastan los fertilizantes necesarios, minimizando el desperdicio, que al final se traduce en ahorro de dinero.
Lo mismo ocurre con el agua. En instalaciones modernas con sistemas de riego eficientes la distribución del agua es un proceso mucho más eficiente. En este sentido hago referencia al riego localizado o de precisión, como lo son el riego por goteo, microaspersión y nebulización.
Mayor control de plagas, malezas y enfermedades
Para que un invernadero facilite el control de plagas, enfermedades y malezas debe haber sido correctamente diseñado y construido. Es decir, se necesita que sea lo más hermético posible. En este sentido muchos proyectos fallan, pues la hermeticidad es la clave principal de un control exitoso.
Además, el cultivo en invernaderos facilita la programación de las aplicaciones. De esta manera resulta factible controlar quien tiene acceso al cultivo. Lo anterior se traduce en que es posible minimizar la entrada de personal a solo el indispensable, de modo que el riesgo de introducir plagas y enfermedades es menor.
Posibilidad de cultivar todo el año
Debido a que dentro del invernadero se tiene relativa independencia del medio exterior es posible tener producción en cualquier época del año. Sin importar si el invierno es muy frío o el verano trae altas temperaturas la producción es factible.
Para el primer caso se puede implementar calefacción y para el segundo ventilación y enfriamiento. De esta manera al utilizar invernaderos es factible producir sin interrupciones debidas a las condiciones climáticas. Cabe mencionar que dentro de un invernadero todo es posible, solo hay que analizar los costos económicos.
Obtención de productos fuera de temporada
Como consecuencia de poder producir todo el año también se tiene la ventaja de obtener productos fuera de temporada. Esto genera la posibilidad de encontrar mejores mercados de comercialización. Es decir, es posible evitar las temporadas con mayor competencia.
Es normal que los mercados de ciertos productos se encuentren saturados durante la temporada de mayor producción. Para evitar tanta competencia, y obtener mejores precios, es necesario conocer los tiempos que se manejan en los cultivos a campo abierto.
Obtención de productos en regiones con condiciones restrictivas
Las condiciones medioambientales de una zona en particular no siempre son las adecuadas para el establecimiento de diversos cultivos. Incluso suelen restringir en gran medida las especies que se pueden cultivar a solo aquellas adaptadas a las condiciones del lugar.
Es por ello que con la ayuda de invernaderos es factible aprovechar las extensiones de tierra en donde la producción es muy difícil. Como se ha mencionado, un invernadero puede adaptarse de acuerdo a las condiciones climáticas que requieran los cultivos. Aunque eso sí, siempre hay que tener claro la viabilidad económica del proyecto.
Obtención de productos de alta calidad
Dentro de un invernadero las plantas no están expuestas al desgaste físico producido por elementos ambientales. Cuestiones como lluvias, vientos fuertes, granizadas y alta radiación solar suelen afectar la calidad de los productos. Por tanto la calidad de los productos obtenidos dentro de invernaderos es mayor.
Tanto la presentación al consumidor final como la composición interna de los productos es mejor. Esto puede permitir obtener mayores ganancias al momento de vender los productos. Incluso es un factor que permitiría encontrar mejores mercados, pudiendo llegar a exportar si se obtiene una calidad superior.
Mayor comodidad y seguridad para realizar el trabajo
Dentro de un invernadero no solo las plantas están protegidas. Los trabajadores también encuentran cobijo de las inclemencias del tiempo. Y es que a campo abierto es más factible sufrir por la radiación solar que provoca altas temperaturas, o en cualquier momento puede comenzar a llover y granizar.
Dentro del invernadero se pueden cumplir las actividades de cultivo programadas con anterioridad sin que el tiempo climático sea un obstáculo para dejarlas para otro día. Dicho de otra manera, el trabajo dentro de un invernadero se mantiene más estable porque depende mucho menos de las condiciones exteriores.
Condiciones ideales para investigación
Si contamos con un invernadero medianamente tecnologizado podemos manipular las condiciones del ambiente según el cultivo lo requiera. Pero también podemos hacer modificaciones sometiendo a las plantas a distintas condiciones.
Lo anterior permite realizar diversas pruebas al mismo tiempo. De estas se pueden obtener conclusiones sobre lo que resulta más favorable para el cultivo. En otras palabras, si se está dispuesto a hacer algo de investigación un invernadero lo permite de forma relativamente sencilla.
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