Entendemos que para ti los fungicidas sistémicos son cada vez más importantes, sobre todo cuando hablamos de la producción de cultivos extensivos. En sectores como la fruticultura y la horticultura han sido claves desde hace mucho tiempo, pero en variedades de cereal cada vez más productivas, los fungicidas, también juegan un papel esencial. Hoy te vamos a desvelar algunos trucos para que tengas éxito en el tratamiento!!

Fungicidas sistémicos

En general, los fungicidas son de amplio espectro, aunque en función de cada materia activa se controlan mejor unas enfermedades que otras. La principal diferencia entre fungicidas es su método de acción. Así los fungicidas se pueden dividir en dos grandes grupos, según su modo de acción: fungicidas de contacto y fungicidas sistémicos.

Vamos a ver qué diferencias hay entre ambos, para que lo tengamos todos claro:

Fungicidas de contacto VS fungicidas sistémicos

A grandes rasgos, los fungicidas de contacto son aquellos que se quedan en el exterior de la planta, recubriendo las hojas. Estos fungicidas son preventivos ya que evitan que las esporas de los hongos germinen y penetren en las células del cultivo. El principal problema de estos fungicidas es que, al estar encima de las hojas, sólo actúan donde cae la gota de fungicida. Además, con el tiempo y la lluvia se irán lavando, y por lo tanto, perderán efectividad.

Los fungicidas sistémicos son absorbidos por la planta a través de los estomas de las hojas o por las raíces. El sistema límbico es el responsable de repartir los compuestos activos de estos fungicidas por toda la planta, hasta llegar a los tallos y hojas.

¿Cuando deberás utilizar los fungicidas sistémicos?

Los fungicidas sistémicos están pensados para tratar cuando se observan los primeros síntomas de enfermedad en la planta, o cuando se detecta que las condiciones van a favorecer su propagación. A través de la planta pasan al hongo produciéndole daños bioquímicos que lo matan. Además, al entrar al interior de la planta tienen un largo período de permanencia dentro de esta.

Métodos de acción de los fungicidas sistémicos: muchos y variados para un amplio control

Dentro de los fungicidas sistémicos, estos también se pueden clasificar según la forma en como afecta y mata al hongo patógeno. Conocer los efectos de cada materia activa te ayudará a escoger mejor cada fungicida en función de la enfermedad que quieras tratar.

Fungicidas sistémicos de inhibición de la síntesis de moléculas orgánicas

Un número importante de fungicidas sistémicos basan su eficacia en impedir que los hongos desarrollen ciertas moléculas orgánicas imprescindibles para su crecimiento. Se impide la síntesis de moléculas como ADN, ARN, proteínas y lípidos entre otros.

  • Síntesis de ácidos nucleicos (ADN y ARN)

Dentro de este grupo encontramos muchas de las materias activas más usadas. Las materias activas más conocidas en este grupo son: las fenilamidas como el benalaxil, metalaxil, mefenoxam, oxadixil e himexazol además de las hidroxipiramidinas y los ácidos carboxílicos.

Las fenilamidas sirven para el control de Oomycetes. Las hidroxipirimidinas son específicas del oídio por lo que son muy usadas en cereal.

  • Síntesis de proteínas

Las síntesis de proteínas son básicas para el buen funcionamiento de las células. Por eso evitar la síntesis de proteínas es una forma de control de los hongos ya que sin ellas no pueden funcionar. Las anilinopiramidinas como el ciprodinil, mepanipirim y el pirimetanil y el quinoxifen son materias activas que evitan la síntesis de proteínas.

Las anilinopiramidinas son muy usadas en el control de Botrytis en frutales aunque también se usan en cereales como fungicida de amplio espectro. El quinoxifen es una materia activa que controla muy bien el oídio en cereales.

  • Síntesis de lípidos y membranas celulares

Los lípidos son otro compuesto bioquímico básico para que las células puedan sobrevivir. Además son parte fundamental de las membranas celulares. Las membranas son la protección de la célula frente al exterior y también los límites de esta. Por lo tanto, sin la membrana no pueden sobrevivir.

  • La mayoría de materias activas inhiben la síntesis de lípidos que forman parte de la membrana celular, o de otros lípidos. Pero hay un grupo de materias activas que actúan de forma distinta: afecta la permeabilidad de la membrana destruyendo el equilibrio de la célula con el exterior. El propamocarb, los imidiazoles y las piridinas están dentro de este grupo.
  • Dentro del grupo de materias activas que inhiben la síntesis de lípidos de las membranas celulares encontramos: los triazoles, las morfolinas, las piperidinas, las alilaminas y los tiocarbamatos.
  • Las materias activas que actúan sobre la síntesis de otros lípidos son: dicarboximidas, fosforotiolatos, carbamatos e hidrocarburos aromáticos.

Los compuestos de este grupo de fungicidas sistémicos inhibidores de la síntesis de los lípidos actúan sobre un gran número de enfermedades. Son muy efectivos contra oídios y royas. Aunque también controlan muy bien otras enfermedades que producen manchas en hojas.

  • Síntesis de paredes celulares y melanina

Las paredes celulares son la última barrera con el exterior de las células de plantas y hongos. Estas paredes están compuestas de celulosa.

Hay pocas materias activas en este grupo y además son poco conocidas.

Fungicidas sistémicos de inhibición de la mitosis

Como bien sabes, la mitosis es el proceso por el cual se dividen las células de los organismos. Hay un grupo de fungicidas sistémicos que, de diversas formas, impide que se lleve a cabo esta división celular. Por lo que las enfermedades no se pueden reproducir.

Los bencimidazoles, tiofanatos, benzamidas y fenilureas son principios activos que se encuentran dentro de este grupo de acción.

Las materias activas de este grupo son de amplio espectro y actúan sobre un gran número de enfermedades. Actuan sobre Botrytis, Monilinia, Sclerotinia, Fusarium, Penicillium, Cercospora y Septoria entre otras enfermedades.

Al tener un espectro tan amplio las materias activas de este grupo han sido muy usadas en todos los ámbitos, por lo cual se han desarrollado resistencias. Por ese motivo, se recomienda usar mezclas de productos o hacer rotación de estas materias activas con otras.

Fungicidas sistémicos de inhibición de la respiración celular

La respiración celular es el proceso por el cual la célula consigue energía. Sin poder respirar las células de los hongos mueren. Por eso es lógico que se hayan desarrollado fungicidas que inhiben la respiración celular. Para hacerlo estos fungicidas inhiben distintos procesos del ciclo de la respiración o la producción de algunas moléculas necesarias.

Las pirimidinaminas, los meteoxicrylatos, las strobilurinas y los cianoimidazoles, entre otros, son grupos de materias activas que tienen este modo de acción.

El mayor número de materias activas registradas en España se encuentra dentro de este grupo. Son efectivos contra Septoria, Alternaria y contra oídios. Además las materias activas de este grupo tienen alta resistencia al lavado.

Fungicidas sistémicos de inducción de defensas en la planta huésped

Otro método de acción de los fungicidas sistémicos es la inducción de defensas en la planta. De esta forma es la misma planta la que lucha contra la enfermedad y vence.

El ácido benzolar es la única materia activa que actúa de este modo. Este compuesto actúa sobre la ruta del ácido salicílico provocando un aumento de defensas de la planta.

Como ves hay muchos tipos de fungicidas sistémicos. Esto nos permite a los agricultores hacer rotación de materias activas que es la clave para el buen control de las enfermedades. Además, si se combinan con los fungicidas de contacto, con un modo de acción completamente distinto aún se mejora más la eficacia, y por supuesto también contribuye a evitar la aparición de resistencias.