La nutrición y fertilización de los cultivos es esencial para su desarrollo, crecimiento y producción. Hoy en día el agricultor necesita producir una cosecha mínima por hectárea, que pueda mantener la inversión realizada por debajo del precio de venta de los productos obtenidos. Sin duda necesita un uso eficiente de fertilizantes tanto en cantidad, como en diversidad, para lograr aportar a las plantas los suministros de nutrientes necesarios para un rendimiento óptimo y rentable.

Los nutrientes esenciales para los cultivos

Se pueden enumerar indispensables para el desarrollo de las plantas los siguientes nutrientes:

Infografía. Tipos de nutrientes o fertilizantes

Los nutrientes descritos en la tabla anterior deben de estar disponibles para los cultivos en diferentes medidas, para cubrir sus necesidades inmediatas y futuras de crecimiento y desarrollo.

 

Podemos describir sus niveles en las plantas de las siguientes maneras:

Deficientes. Cuando la concentración de elementos esenciales es baja, esta situación limita drásticamente el crecimiento de los cultivos, hasta el punto de llegar a morir la planta. Los síntomas de una aportación deficiente se  detectan muy claramente.

Insuficientes. Se produce cuando los nutrientes no logran cubrir las necesidades de las plantas o bien cuando se encuentran en un claro desequilibrio los diferentes elementos. En estas ocasiones no son tan evidentes los síntomas producidos.

Suficientes. Sin duda la situación óptima para el perfecto desarrollo de los cultivos. Cada uno de los nutrientes está presente en la cantidad adecuada.

Excesivos. Se produce cuando un nutriente esencial se encuentra en una proporción demasiado alta respecto a los demás, solo consigue la escasez de otros elementos necesarios.

Tóxicos. El exceso de nutrientes es tan perjudicial para los cultivos como su escasez. Una concentración excesiva reduce el crecimiento de la planta, llegando incluso a producir su muerte.

 

Tipos de fertilizantes

Podríamos definir como fertilizantes cualquier compuesto que contenga uno o más elementos químicos (estos pueden ser naturales o sintéticos, orgánicos o inorgánicos) que se aplican directamente a las plantas o se incorporan al terreno para lograr un desarrollo normal de las mismas.

Los nutrientes vegetales cuentan principalmente como fuentes de suministros estiercol orgánico, residuos vegetales, fijación biológica de nitrógeno y fertilizantes inorgánicos. Mientras que la mayoría de los fertilizantes utilizados en la agricultura son fertilizantes químicos, son productos que contienen diferentes cantidades de uno a más elementos nutrientes para los cultivos. Llamamos fertilizantes compuestos a los que tienen dos o más nutrientes, y fertilizantes complejos a aquellos que sus ingredientes reaccionan químicamente.

 

Contenido de nutrientes en el suelo

Todos los terrenos tienen una composición diferente de nutrientes. Cada suelo tiene  unas condiciones específicas con sus niveles y deficiencias. Los nutrientes existentes en el suelo, pueden incluso variar de una temporada a otra, debido a las condiciones ambientales como las temperaturas y lluvias, el tipo de cultivo, la labranza y la cantidad de fertilizantes que hemos aplicado. Por lo tanto, es prácticamente necesario un análisis del terreno, para gestionar eficazmente la fertilidad de cada campo de cultivo.

Los niveles de potasio y fósforo no suelen variar en el terreno durante un período de varios años. Mientras que el nitrógeno y el azufre sí que suelen variar de un año a otro.

Un dato significativo es que los agricultores que hacen pruebas del suelo utilizan más fertilizantes que los que no lo hicieron. Por el contrario, al no realizar pruebas de suelos hemos detectado carencias en aplicaciones de fertilizantes nitrogenados, que con el fin del agricultor en economizar en la producción del cultivo han repercutido negativamente en sus cosechas.

 

¿Qué es el análisis del suelo?

El análisis de suelos es quizás la herramienta más fundamental que tiene el agricultor para conocer en todo momento la situación, el balance y las carencias de nutrientes en su suelo. Gracias a esta información el agricultor tiene la información necesaria para llevar a cabo el plan de fertilización más eficaz y económica para sus cultivos.

 

Conocer dónde se deben tomar muestra de cada campo

Un terreno no siempre es uniforme, en el mismo podemos encontrar montículos expuestos a la erosión, depresiones mal drenadas y manchas salinas. Es conveniente realizar varias muestras para conseguir unos datos representativos.

 

Utilizar el equipo adecuado

Si decide tomar usted mismo las muestras del suelo para enviarlas al laboratorio, tenga en cuenta que:

Existen diferentes  profundidades óptimas para tomar muestras bajo el suelo, para esto se suelen utilizar sondas especificas.

Utilice envases de plástico para guardar la muestra (un envase de metal la desvirtuará).

Los útiles necesarios para llevar a cabo esta extracción de muestras pueden encontrarse fácilmente en laboratorios especializados o a través de distribuidores de fertilizantes.

 

Análisis de tierras o suelos

 

Conocer el momento adecuado del año

Lo ideal sería tomar la muestra justo antes de proceder a la siembra, el problema es que entonces no nos daría tiempo para planificar nuestro programa de fertilización y aplicar los fertilizantes necesarios para la siembra.

Podemos tomar como una buena época el otoño, cuando la temperatura del terreno esté por debajo de 7º C. Ya que por debajo de esta temperatura la descomposición de la materia orgánica que conlleva cambios en los nutrientes existentes en el suelo se desarrolla con una mayor lentitud.

 

Las profundidades correctas de muestreo

Es este punto nos podemos encontrar diferentes puntos de vista entre laboratorios. Algunos sugieren una muestra extraída entre 0 y 30 cms como suficiente.

Sin embargo, nosotros te recomendamos para la valoración ideal de los nutrientes, que las muestras se tomen de 0 a 15cms y de 15 a 30cms. También podríamos tomar muestras de  los 30 a 60cms para una valoración más exacta. Estas muestras de cada profundidad tienen que guardarse por separado.

El fósforo y potasio se medirán en la capa de profundidad de 0 a 15 cm. La mayor parte del Potasio disponible en el suelo, generalmente se encuentra en la capa de arado. El Nitrógeno y el Sulfato de Azufre (SO4-S) son nutrientes móviles que pueden encontrarse en cantidades significativas en la profundidad de 30 a 60 cm.

Las recomendaciones de Nitrógeno y Azufre basadas en una muestra de 0 a 15 cm suelen dar una necesidad de fertilizantes mayor que la necesaria. Por este motivo, las necesidades de Nitrógeno y Azufre se deberían basar en las muestras de mayor profundidad (0-60 cm).

 

Manipule las muestras de suelo correctamente

Si es el agricultor el responsable de recoger las pruebas de suelo, tiene que proceder a lavar y desinfectar con anterioridad, tanto sus manos como las herramientas que vaya a utilizar. Si las muestras se van a recoger con una pala, hay que cerciorarse con antelación que no tenga residuos de oxido.

Una vez que la tierra de las muestras se encuentre totalmente seca, debemos de etiquetarlas con el lugar correcto y la profundidad de la muestra.  Además debemos de ofrecer al laboratorio información sobre el cultivo y el historial de fertilizantes utilizados.

Aunque esta labor la puede llevar a cabo cualquier persona, siempre es recomendable que la lleve a cabo un profesional del laboratorio.

 

Las recomendaciones de fertilización

Una vez efectuadas las pruebas, los técnicos en fertilización nos pueden hacer dos tipos de recomendaciones:

  • Recomendaciones básicas: Que indican los requerimientos de nutrientes, para conseguir una producción económica óptima.
  • Recomendaciones para el aumento del rendimiento. Los agricultores tienen que tener en cuenta que no se pueden obtener rendimientos de alta calidad sin una fertilización adecuada. La fertilización básica, no aumentará la calidad del cultivo sin otros insumos, ni aumentará el rendimiento si no se aplican los nutrientes añadidos.

Por lo tanto, un programa de fertilización óptimo, se basará en el conocimiento del estado nutricional del suelo combinado con prácticas óptimas de fertilización puntuales.

 

Análisis de tejidos vegetales o análisis foliar

Una vez que hemos llevado a cabo el tratamiento indicado de fertilización según los resultados del análisis del suelo, podemos mejorar el rendimiento de nuestros cultivos, a través del control del crecimiento de la planta.

Esto se lleva a cabo a través de un análisis de los tejidos vegetales de la misma. Por medio del mismo podemos medir el contenido de nutrientes durante el crecimiento de la misma, a la vez que comprobamos la efectividad del tratamiento previo aplicado al suelo.

Incluso si no hemos llevado a cabo el análisis del terreno, podemos compensarlo con este tipo de pruebas si los resultados obtenidos en el crecimiento de las plantas no son los adecuados. Es conveniente tomar las muestras con una anticipación de 4 a 6 meses antes de la cosecha, ya que en este momento estaremos a tiempo para reencauzar cualquier carencia no deseada.

Estas muestras de tejidos vegetales tienen que tomarse con algunas precauciones. Es conveniente hacerlo durante las mañana de días fríos, ya que el calor puede falsear  los datos de las pruebas. Deben de ser cortadas con una herramienta (tijeras, cuchilla, etc.) limpia y afilada, y a continuación guardarlas en recipientes plásticos totalmente limpios. En ningún momento tenemos que lavar la muestra, aunque es aconsejable limpiarlas con un paño seco o un cepillo.

 

¿Qué es el análisis foliar?

El análisis foliar nos indica el contenido de nutrientes en la planta. Por norma general la disposición de nutrientes en el suelo, se encuentran también en la planta. Pero siempre no es así.

Podemos encontrar situaciones en la que las plantas no consiguen absorber todos los nutrientes que se encuentran a su disposición. Situaciones de estrés, tanto térmico como hidrológico o simplemente enfermedades que atacan a los cultivos, merman su capacidad de alimentarse.

El objetivo del análisis foliar es conocer el estado exacto de nutrientes en las plantas.

Es necesario tomar diferentes muestras de la misma planta y en diferentes estados fenológicos, ya que los nutrientes no se encuentran por igual a lo largo de la misma. Otro dato importante es conocer que la concentración de los nutrientes varia constantemente.

La diferencia con el análisis del suelo, es que mientras que este nos muestra el estado nutricional del suelo, el análisis foliar nos indica exactamente el estado nutricional de la planta y los problemas que pueda tener incluido deficiencias o toxicidades. Si bien en la gran mayoría de los casos los análisis, tanto del suelo como foliares suelen estar muy relacionados en sus resultados.

 

Resultados del laboratorio

El resultado del laboratorio en el cual realicemos el análisis de los tejidos nos indicará los niveles de cada nutriente. Si su presencia está por debajo del nivel crítico, es el adecuado o excesivo.

Una concentración de nutrientes por debajo del nivel crítico incidirá en una merma de la producción por encima de un 10%.

 

Análisis de tejido vegetal

 

Con este artículo hemos querido dar a conocer la importancia de los análisis para conseguir una cosecha óptima.

Cuando las pruebas de suelo se utiliza junto con el análisis de los tejidos vegetales y una cuidada observación visual, podremos diagnosticar con anticipación los problemas a los que se van a enfrentar los cultivos y ofrecerles una solución a tiempo.